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13 cosas que no sabias sobre la porcelana - 3 - 31-51

Desde tiempos recónditos se ha fabricado porcelana para uso como vajilla en China. Ya en el siglo xvii, la cerámica oriental era una mercancía apreciadísima. La mayor parte era importada de China y Japón por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. La porcelana oriental usada como vajilla era símbolo de riqueza, relevancia y buen gusto. Es este el motivo por el cual se empezó a meditar en la posibilidad de producir en Europa cerámica, cuando los intentos anteriores de realizar cerámica habían sido un fracaso, como el caso de la porcelana de Médici.

A principios del siglo xviii Johann Friedrich Böttger aseguró tener la fórmula para cumplir el sueño de los alquimistas de convertir materiales sin valor en oro. Cuando el elector de Sajonia y rey polaco Federico Augusto I el Fuerte oyó sobre sus trabajos, le puso bajo su custodia y le pidió que hiciera oro para él. Durante muchos años Böttger no tuvo éxito en su tarea. Al mismo tiempo, Ehrenfried Walther von Tschirnhaus, un matemático y científico, experimentaba con la fabricación de cristal intentando crear porcelana.

Tschirnhaus supervisó a Böttger y cara mil setecientos siete Böttger comenzó -a duras penas- a prestar su ayuda en los experimentos de Tschirnhaus. Cuando Tschirnhaus murió repentinamente, parece que la receta pasó a manos de Böttger, que en menos de una semana anunció al votante que podía fabricar porcelana. Böttger perfeccionó la fórmula y, con la ayuda de sus asistentes holandeses, hizo ensayos relacionados con la fabricación y decoración de azulejos. En 1709, Augusto el Fuerte estableció la primera manufactura de Meissen y emplazó el laboratorio de Böttger en el castillo de Albrechtsburg en Meissen. La producción comenzó oficialmente en 1710.

Inicio de la producción

El primer género de porcelana producido por Böttger era un material refinado, exageradamente duro y de color rojo que se conoció en Alemania como Böttgersteinzeug ("barro de Böttger"). Destacaba la enorme nitidez y definición de los detalles, añadidos a través de moldes, con que se adornaban las piezas. Estas podían ser pulimentadas y abrillantadas ya antes del proceso de cocción. Las obras imitaban figuras de plata barrocas y cerámicas chinas. Pronto se empezó a elaborar en Meissen cerámica blanca de pasta dura, un tipo especial de porcelana que se había comenzado a fabricar en China en el siglo ix y que se obtenía cociendo a temperaturas muy elevadas un aglomerado que contenía caolinita y una roca feldespática llamada "petunse". Esta cerámica de pasta dura podía ser vidriada y pintada y comenzó a comercializarse en 1713.

La mercancía resultante de los experimentos de Böttger mejoró su calidad velozmente, mas nunca llegó a caracterizarse por la calidad de su decoración. La primera vez en la que se puede hablar de éxito fue cuando los ornamentos fueron grabados en oro sobre la pieza cocida antes de percibir un segundo horneado a menor temperatura. Las decoraciones de esmaltado policromático fueron introducidas por Johann Gregorius Höroldt en 1723, con una cada vez mayor paleta de colores que marcó el inicio de la llamada "fase clásica" de la porcelana de Meissen. Sus pinturas al esmalte prosiguen siendo en nuestros días la base de la pintura sobre cerámica. Inicialmente las pinturas eran imitaciones de motivos orientales. El logotipo de la cerámica, grabado en azul bajo el vidriado, fue introducido por vez primera por Friedrich August Köttig. Pronto, paisajes y escenas portuarias detalladas meticulosamente, animales, flores, escenas "galantes" y chinoiseries inspiraron las decoraciones de la cerámica de Meissen.

Se imitaron los jarros de Kakiemon y juegos de té nipones. Los motivos florales representados en estas porcelanas japonesas conservan aún el día de hoy el nombre de indianische Blume(n), flor(es) de la India, pues siendo importadas por las compañías de las Indias Orientales de los diferentes países europeos la gente pensaba que las propias porcelanas eran indias. Asimismo se copiaron pinturas del artista barroco francés Antoine Watteau. Asimismo se fabricaban en Meissen porcelanas vidriadas de colores sin decoración alguna, que eran vendidas al por mayor a talleres privados para ser esmaltadas en estos. El mecenazgo de Augusto el Fuerte atrajo a Meissen a algunos de los mejores artistas de Europa.

Figuritas de estilo rococó (1744).

Inicio de la fama

Pronto se empezó a emplear el laboratorio de Albrechtsburg para guardar los secretos de la manufactura del "oro blanco". Como precaución, eran muy pocos los trabajadores conocedores de los misterios de la elaboración de la porcelana. Aun en el momento en que un trabajador conocía algunos secretos del oficio, estos eran relativos solo a una parte del proceso. Por esto, a lo largo de algunos años, Meissen tuvo el monopolio de la producción de porcelana de pasta dura en Europa. En torno a mil setecientos diecisiete la competencia se estableció en Viena, puesto que Samuel Stöltzel vendió la receta secreta, que incluía el empleo de caolinita o bien "barro chino". Ya en mil setecientos sesenta, unos treinta fabricantes de porcelana estaban asentados en Europa. No obstante, la mayoría de ellos generaba porcelana de pasta blanda debido a la carencia de yacimientos locales de caolinita.

Con el propósito de identificar los productos de Meissen originales, se marcaron en un comienzo con un diseño pintado en la superficie. Enseguida, estos diseños identificativos se grabaron en azul bajo el vidriado. Las primeras marcas como "AR" (Augustus Rex, el monograma del rey), K.P.M. (Königliche Porzellan-Manufaktur), M.P.M. (Meissener Porzellan-Manufaktur) y K.P.F. ("Königliche Porzellan-Fabrik) fueron finalmente sustituidas por el logotipo de las 2 espadas cruzadas. Introducido en mil setecientos veinte, se empezó a utilizar de forma habitual a partir de mil setecientos treinta y uno por decreto oficial. Las diferentes variaciones en el estilo de las espadas dejan en nuestros días datar las porcelanas de Meissen.

Desarrollo artístico

Augusto el Fuerte encargó primero el diseño de nuevos jarros a Johann Jakob Irminger. En mil setecientos veinte Johann Gregorius Höroldt asumió el cargo de directivo y también introdujo colores brillantes que aumentaron la fama de la porcelana de Meissen. El escultor Johann Jakob Kirchner fue el primero en hacer con esta cerámica estatuas, en especial miniaturas y efigies de beatos de estilo barroco. Su asistente fue Johann Joachim Kändler que sería posteriormente el escultor más conocido de Meissen. En 1733 Kirchner dimitió, y Kändler pasó a desempeñar el cargo de jefe de maestros escultores. Bajo su dirección, Meissen generó una serie de miniaturas, que frecuentemente representaban escenas de la corte, que exprimió todas las posibilidades que ofrecían los nuevos materiales. Su compilación de figuras de animales de gran escala supone uno de los puntos cima de la historia de la porcelana en Europa. Su trabajo se tradujo en la producción de magníficas miniaturas de estilo rococó que influenciaron al ámbito de la porcelana de todo el Viejo Continente. Apoyado por asistentes como Johann Friedrich Eberlein y Peter Reinecke, Kändler siguió trabajando hasta su muerte en mil setecientos setenta y cinco.

En mil setecientos cincuenta y seis, en plena Guerra de los 7 Años, las tropas prusianas ocuparon Meissen, dando la oportunidad a Federico II de Prusia de trasladar a algunos de los artesanos y crear la Königliche Porzellan Manufaktur Berlin. Con el cambio de gusto artístico que conllevó el Neoclásico y el auge de la cerámica de Sèvres en la década de mil setecientos sesenta, Meissen debió readaptar su producción. Tras la reorganización de mil setecientos sesenta y tres, C.W.E. Dietrich de la Academia de Dresde se convirtió en directivo artístico y el francés Michel-Victor Acier en jefe de escultores. La práctica de imprimir el número de molde en libros de inventario empezó en 1763. Bajo la dirección del conde Camillo Marcolini (desde mil setecientos setenta y cuatro), la producción de la manufactura estuvo marcada por estilos "a lo Sèvres" y escarceos con el Neoclasicismo, como por ejemplo piezas de biscuit mate blanco de apariencia marmórea.

En el siglo XIX Ernst August Leuteritz actualizó muchas de las miniaturas rococós y las comercializó creando un "segundo Rococó", rico en detalles de trenzados Vajilla para camping (hechos con lazos reales) y flores. Los coleccionistas ingleses llegaron a emplear el término de cerámica de Dresde para describir este estilo, singularmente para referirse a aquellas estatuillas femeninas que sugerían poquedad presumida o bien candorosa. Bajo la dirección de Erich Hösel (desde 1903), los viejos estilos fueron revisados y reinterpretados. Hösel restauró modelos del siglo XVIII. Empezaron a generarse ciertos atractivos trabajos en la línea del Art Nouveau, pero el pilar principal de la producción de Meissen prosiguieron siendo las recreaciones de modelos dieciochescos.

En mil novecientos treinta y tres, el Estado de Sajonia restringió la libertad artística en el marco del proceso de adoctrinamiento que imperaba en la Alemania nacionalsocialista. Algunos creadores con una concepción rupturista del arte fueron condenadas. Por ejemplo, muchas obras del escultor expresionista Ernst Barlach fueron tachadas de "arte depravado". Tras la Segunda Guerra Mundial y bajo el gobierno comunista de la RDA, la cerámica tuvo contrariedades para readaptarse a la nueva situación, tratándose de un campo tradicionalmente destinado a minorías adineradas. Proletarizar una industria como la de la cerámica de Meissen podía suponer el riesgo de que acabase transformándose en una factoría de producción en masa más. Fue a partir de mil novecientos sesenta y nueve, en el que Karl Petermann se encargó de la fábrica, cuando Meissen pudo regresar a abrazar sus viejas tradiciones, permitiéndosele también una expresión artística más libre.

Diseños de vajillas

Sopera del Schwanenservice.

Ya desde la época de Böttger se contempló la producción de vajillas; los primeros juegos datan de la década de mil setecientos veinte. Las primeras vajillas eran sencillas y fue Kändler el que introdujo decoraciones a juego. Hacia mil setecientos cuarenta, Meissen creó la conocida vajilla Schwanenservice (‘servicio del cisne’), de más de mil piezas, para el protector de Kändler, el Conde Heinrich von Brühl (véase también: Terraza de Brühl). Tras la Segunda Guerra Mundial las piezas se desperdigaron, pero los moldes se han conservado, y en nuestros días se pueden adquirir réplicas de las piezas de esta vajilla. Kändler generó durante 1745 un patrón denominado "nuevo recorte", caracterizado por el corte ondulado de los bordes.

El “modelo de la cebolla” (Zwiebelmuster) lleva produciéndose cerca de 3 siglos. Se trata de un diseño de Höroldt de 1739 y seguramente está inspirado en un cuenco chino del periodo Kangxi. Debido a su popularidad ha llegado a ser copiado por más de 60 compañías. Muchas piezas que imitan los famosos adornos del Zwiebelmuster han sido creadas por sus contendientes, empleando incluso el nombre de Meissen como marca. El patrón era tan popular y estaba tan extendido, que la Corte Suprema de Alemania declaró el término Meissener Zwiebelmuster (‘modelo de la cebolla de Meissen’) de dominio público en mil novecientos veintiseis.

Otros modelos populares que siguen produciéndose son el de la “rosa púrpura” y el de las “hojas de parra”. Otra serie de vajillas tiene grabados bajo el vidriado motivos de dragones colorados y dorados volando alrededor del borde del plato, con un medallón en el centro del molde. Precisamente una versión de este modelo se usó en el cobijo bávaro de Adolf Hitler.